Contratar a las personas que queremos que hagan parte de nuestra organización no es tarea fácil, pero lo que resulta aún más difícil, es retener ese talento dentro de nuestros equipos de trabajo. Capacitar y formar a los colaboradores significa una alta inversión en tiempo y dinero, por lo cual no podemos darnos el lujo de que estos nos dejen por otras marcas, a cambio de mejores remuneraciones o beneficios atractivos.
Antes, se creía que la motivación estaba ligada únicamente al dinero, pero hoy en día sabemos que esto es mucho más complejo. Según Willis Towers Watson, solo el 20% de los colaboradores en norteamérica creen que el dinero es suficiente para lograr un alto desempeño.Esto significa que el otro 80%, busca una variedad de incentivos mucho más amplia para mantenerse conectado con su empresa. Esto sucede porque cuando las personas realizan su trabajo pensando solamente en la recompensa, eventualmente pierden el propósito de lo que están haciendo. Los expertos en el área de recursos humanos lo saben y por ello, cada día luchan fuertemente por lograr la gestión de vínculos emocionales, que permitan mantener a sus colaboradores enganchados. En la nueva era del diseño de experiencia del empleado, la satisfacción, la alegría, el orgullo, entre otras emociones, son eslabones clave para lograr la lealtad de las personas que hacen parte de nuestros equipos.
Escuchar la voz de nuestros empleados se convierte en la clave para transformar nuestras organizaciones de acuerdo a lo que ellos sienten y así accionar los cambios conforme a sus necesidades. Para lograr esto, existe un abanico de diversas herramientas que nos permiten recolectar insights sobre la experiencia que viven. Pero, ¿qué pasaría si invitamos a nuestros colaboradores a la construcción de soluciones, frente a los problemas con los que lidian todos los días?
Los procesos Co-Creativos
Seguramente el término co-creación no resulta nuevo para ti, ya que en los últimos años, estas dinámicas se ha utilizado como instrumento que permite a las organizaciones llegar a mejores soluciones dentro de los retos que enfrentan en sus proyectos. Pero además de ser una táctica que nos permite construir mejores métodos de trabajo, estos talleres nos pueden ayudar a conocer mucho mejor a nuestros colaboradores y darles un rol más relevante en la toma de decisiones, sobre la manera como ellos mismos viven la organización.
Grandes organizaciones alrededor del mundo, ya están llevando a cabo este tipo de dinámicas para involucrar a sus colaboradores en el diseño de sus propias experiencias como empleados. Por ejemplo, el área de talento humano de Cisco, realizó un hackaton para mejorar la experiencia de reclutamiento, onboarding y desarrollo de sus empleados, a partir del cual lograron conseguir más de 105 posibles soluciones a diversas problemáticas y el responsable de Experiencia del Empleado en Pixar, mantiene como parte fundamental de su estrategia de trabajo la constante consultoría y apoyo, por parte de equipos interdisciplinarios, para diseñar co-creativamente los diferentes momentos en su recorrido como colaboradores.
Contrario a lo que muchos piensan, estos procesos no son de tipo caótico, sino que corresponden metodologías estructuradas que se pueden aprender y replicar. Existen algunos consejos prácticos que ayudan a hacer de estas sesiones mucho más fáciles de realizar y que permiten construir espacios realmente útiles entre tú y tus colaboradores:
1. Crea un Lenguaje Común
Sin lugar a duda, las discusiones más desgastantes dentro de las mesas de trabajo, son causadas por fallas en la comunicación entre los diferentes miembros del equipo. Es por esto que antes de dar comienzo a la sesión co-creativa, tenemos que compartir los conceptos claves que todos deben conocer. Estos son aquellas palabras o términos que se estarán utilizando a lo largo de la reunión y su significado. Esto permitirá que todos los miembros del equipo estén alineados desde el comienzo, haciendo más ágiles las conversaciones. Al final te darás cuenta que esto servirá de herramienta, para no perder el enfoque frente al objetivo principal del taller.
2. Profesionales Tipo T
Para lograr que los talleres co-creativos sean realmente exitosos, es recomendable llamar a la mesa a aquellos profesionales que cumplan con perfiles tipo T. Este tipo de personas, se caracterizan por estar especializadas en algún sector de la compañía, talento o proceso, pero que además cuentan con habilidades blandas que les permite empatizar de forma horizontal con otros colaboradores de manera significativa. Si no estas seguro si las personas de tu empresa ya cuentan con estas cualidades, pregúntate: ¿qué personas de tu equipo podría llegar a tenerlas? ¿Quiénes estarían abiertos a desarrollarlas? ¿Cuáles son los expertos clave que si o si deberían hacer parte de estas discusiones?
3. Convoca equipos Multidisciplinarios
Piensa en cada persona de tu empresa, como una máquina dentro de una fábrica; si una falla, todo el sistema se termina viendo afectado. Cada persona vive experiencias completamente distintas y es posible que en el día a día, las personas desconozcan los problemas que aquejan a sus compañeros o incluso sin saberlo, sean ellos mismos los causantes de sus dolores de cabeza. Es por esto que al realizar sesiones co-creativas, es importante traer a la reunión la mayor diversidad de personas de las diferentes áreas. Esto nos permitirá tener una una visión mucho más amplia de las problemáticas, para llegar a soluciones holísticas que realmente beneficien a todos.
4. Crea Discusiones Democráticas
No solo debemos buscar la variedad de áreas a la hora de convocar nuestros equipos en las sesiones co-creativas, sino además debemos dar la oportunidad a personas con diferentes rangos de expertise o trayectoria, a participar en estas discusiones. La diversidad de opiniones nos permitirá ver los problemas desde ángulos nuevos e incluso proponer soluciones innovadoras que probablemente no habíamos visto antes. Es por esto que debemos cuidar dentro de las discusiones, que independiente del rol que cada uno tenga dentro de la organización o el tiempo que lleven dentro de ella, las decisiones se tomen siempre de manera democrática. La palabra de cada uno de los participantes debe tener el mismo peso, para así evitar que algunos colaboradores se vean cohibidos a la hora de dar su opinión o incluso sientan que sus ideas no poseen el mismo valor.
5. Permite Soluciones Innovadoras
Uno de los incentivos más fuertes para nuestros colaboradores dentro de la organización, es el sentido de propósito. De manera que si estamos realizando un taller co-creativo junto a ellos, debemos dar la posibilidad de proponer ideas innovadoras a problemáticas que ellos mismos están viviendo en su experiencia como empleados de la compañía. No debemos juzgar ninguna idea como demasiado loca o creer que alguna propuesta es obvia. Ver como su trabajo dentro de la sesión se verá materializado más adelante en la empresa, permitirá a los participantes sentirse mucho más enganchados con la actividad y reconocidos.
6. No Cuentes, Muestra
A la hora de llevar a cabo la ideación dentro de tu sesión co-creativa, es recomendable traer materiales físicos que sirvan como apoyo para concretar conceptos. Utiliza tableros, crea mockups, construye prototipos o permite que los participantes mismos dibujen. Esto hará que las personas se comuniquen de manera más fluida entre ellos y puedan expresar más fácilmente sus ideas. Al final esto ayudará a reducir el riesgo de desalineación entre equipos, ya que todos estarán viendo lo mismo, al mismo tiempo y además explotarán su potencial creativo.
7. Never Give up
Facilitar los proceso de co-creación no es una tarea sencilla, sobre todo si tu organización hasta ahora está empezando a empaparse de este tipo de dinámicas y de las herramientas que se necesitan para ejecutarlas. Además es posible que dentro de estos talleres, te encuentres con detractores escépticos frente a los posibles resultados de las sesiones. Es por esto que es importante no perder la motivación en el primer intento, aprender de los errores que se cometen a la hora de dirigir personas e iterar en las actividades que resulten mejor para tu equipo. Tampoco temas pedir ayuda a un tercero que sea especialista en la facilitación de este tipo de sesiones, si crees que lo necesitas.
Traer a los colaboradores a participar en la toma de decisiones sobre su propia experiencia como empleados, los hará sentir reconocidos y escuchados. Es una manera dinámica y divertida, de buscar soluciones a problemáticas complejas. Estos procesos además ayudan a desarrollar la empatía, crear aprendizaje continuo, mejorar la comunicación entre áreas, perder el miedo al error y desarrollar la apertura mental, entre muchos otros beneficios.
Al final no solo tendremos la posibilidad de desarrollar soluciones que realmente se adapten a las necesidades de nuestros empleados, sino que además cultivaremos su sentido de propósito, al demostrar que su opinión es valiosa para la organización.
Autora: Paula Mogollón.