Probablamente hayas escuchado esta terminología antes de producto mínimo viable o MVP por sus siglas en inglés. Pero antes de adentrarnos en las entrañas de este concepto, vamos a analizar de dónde viene.
Hace unos años para lanzar un nuevo producto o servicio al mercado debías de seguir una serie de pasos previos como contratar trabajadores especializados, elaborar un plan de acción, fabricar el producto, alquilar un almacén donde guardar la mercancía y lanzarlo al consumidor final con la esperanza de que encajase en sus necesidades.
Como habrás podido apreciar, el proceso mencionado anteriormente requiere de una enorme inversión inicial y tiene un riesgo significativo a la hora de validar el modelo de negocio. El problema reside en que si ese producto no encajaba en el mercado, la única opción es cambiar el producto final e ir probando nuevamente. Pero claro, el mercado es un organismo vivo que sigue evolucionando, por lo que los nuevos cambios puede que tampoco funcionen porque lleguen tarde o demasiado pronto.
¿Y si fuéramos capaces de testar el mercado a tiempo real con nuestro producto, reduciendo el riesgo y la inversión de una forma rápida? Aquí es donde entra la magia de la metodología Lean Starupts de la mano de Eric Ries:
A pesar de que los productos que desarrollé eran de gran calidad, estos no contemplaban las necesidades reales del cliente
De este modo, con la fórmula que planteaba Eric en su libro, establece que los clientes deben estar involucrados en la creación de este producto y tener un rápido feedback de los ue funciona y lo que no para seguir iterando.
¿Qué es un Producto Mínimo Viable o MVP?
Como su propio nombre indica, es la mínima expresión, en términos de funcionalidad, de un producto o servicio que queremos desarrollar y lo lanzamos al mercado lo antes posible para validar con nuestro buyer persona. De esta forma, obtenemos una gran cantidad de información y feedback del cliente para seguir iterando y amoldándolo según sus necesidades actuales.
El procedimiento siempre es ese mismo y es cíclico: construir, testar, medir y aprender. Y el ciclo se vuelve a repetir una y otra vez hasta que validemos la idea de negocio o el producto esté terminado.
De esta forma conseguimos mucha información en poco tiempo y en la mayoría de los casos con una inversión muy pequeña, ya sea mediante diferentes campañas de pago (Fecebook Ads, Google Ads, etc.) o con pequeñas cantidades de dinero para entrevistar a personas en una campaña a pie de calle.
El Caso de Éxito de Buffer
Para aquellos que no estén familiarizados con Buffer, es un gestor de contenidos en redes sociales similar a Hootsuite. Lo bueno de este ejemplo ese que utilizaron la metodología de lean sturtups para validar su modelo de negocio de una forma muy barata y simple.
Los primeros pasos fueron crear una landing page únicamente ofreciendo información sobre el servicio que se quería ofrecer. El creador de Buffer le pidió a sus amigos que le ayudasen en la promoción de su nuevo sitio web compartiéndolo por Twitter. A los pocos días habían conseguido 100 correos electrónicos interesados en más información.
Ahora bien, ¿la gente estaría dispuesta a pagar por este servicio? Con el feedback obtenido con las primeras comunicaciones a esa lista de correos, crearon otra landing page con un listado de precios y llegaron más de 500 solicitudes más. Un 5% de todos los usuarios registrados accedieron al producto de pago, ya que había otra opción gratuita. Siete semanas de trabajo después la plataforma vio la luz finalmente.
¿Como se Crea un MVP?
- Identificar una hipótesis. Este es el punto de partida. Tienes una serie de pensamientos, corazonadas o llamado como quieras como idea de negocio. Define quién es tu cliente ideal o buyer persona y ya estarás preparado para saltar a la siguiente fase.
- Validación de hipótesis. Sal a la calle y valida tus ideas. ¿Cómo?, te preguntarás. Existen varias formas de hacerlo. La más habitual es salir a la calle (literalmente) y buscar gente dentro de los rangos que crees que pueden ser tu cliente ideal para charlar con ellos. A partir de esa primera información vas dando forma a las hipótesis y descubres si la gente estaría a dispuesta a pagar por tu producto.
Hay que tener en cuenta que esta fase sirve únicamente está para aprender. Otra forma más innovadora es testar esto mismo a través de redes sociales con unas pocas fotos y escribiendo de forma online a la gente personalmente. - Mide, mide y mide. Lo que no se puede medir no existe. Tienes que tener pleno control de todas las interacciones que hagas. En el ámbito digital tienes muchas herramientas para llevarlo a cabo. Cuanta más información puedas recopilar menor será el margen de error para tomar decisiones en función de esos datos.
¿Y tú? ¿Estás preparad@ para crear tu primer MVP?